Desde la gastronomía hasta lo costumbrista
En Mallorca, se vive la Semana Santa como un evento religioso, marcado por el calendario cristiano. Su fecha es cambiante debido a que su celebración viene predeterminada por la cuaresma, que empieza el miércoles de ceniza y acaba el jueves santo; además los mallorquines viven las tradiciones gastronómicas. Este año comienza el domingo 10 de abril y concluye el 17.
Durante esta semana, muchas localidades de la isla organizan procesiones en las que participan cofradías, vestidas con túnicas tradicionales y portando pasos religiosos que recorren las calles en un ambiente solemne y respetuoso. Estas procesiones atraen tanto a los habitantes locales como a turistas interesados en el folclore y la religiosidad mallorquina.
Platos típicos de Pascua en Mallorca
Las personas se reúnen en familia y cocinan platos típicos que no puedes dejar de probar durante estas fechas, uno de los platos más representativos de esta festividad son las famosas panades, empanadas normalmente rellenas de carne, guisante y sobrasada. Sin embargo, cada familia le da su toque único a la preparación. Con la misma masa se hacen también los cocarrois, comúnmente rellenos de verduras y con una forma de media luna.
Otros platos típicos que pueden encontrarse durante la Semana Santa en Mallorca son el frito mallorquín, un salteado de carne o cordero con verduras y especias, y la sopa mallorquina, a base de pan moreno, col y caldo. Aunque no son exclusivos de esta época, suelen servirse con mayor frecuencia durante las reuniones familiares de estas fechas.
La popularidad de estos platos es tan grande que son realmente representativos de la gastronomía de la isla de Mallorca. Y las puedes encontrar durante todo el año en un gran número de establecimientos como panaderías, restaurantes o supermercados. En algunas panaderías tradicionales, incluso se organizan talleres para que niños y adultos aprendan a preparar panades y cocarrois, reforzando así el valor cultural y comunitario de estas recetas.


En cuanto a los platos dulces, entre los favoritos de los mallorquines podemos destacar los crespells, unas pastas con múltiples formas, espolvoreados con azúcar glass por la superficie. Además, encontramos los robiols, pastas rellenas de confituras, requesón o cabello de ángel, y los confits, caramelos con una almendra dulce en su interior, que los capirotes reparten a los niños durante las procesiones.
Otra tradición, muy arraigada, es la de las monas de pascua. Figuras de chocolate muy elaboradas. Según las costumbres los abuelos o padrinos se las regalan a los niños.
La elaboración de estos magníficos platos, se ha convertido en toda una tradición entre las familias mallorquinas, y se reúnen para cocinar y disfrutar de su famosa gastronomía.
SEMANA SANTA